"De Puerto Rico al mundo"
Por:
Susanna Esther Solares
Culturalmente hablando, los puertorriqueños somos bastante expresivos.
La emoción que se siente se comunica. A pesar de todo lo que se nos achaca y se nos endoctrina de que somos sometidos y dejamos que nos pasen el rolo por encima, en Puerto Rico sabemos protestar cuando hay que protestar en grande. Hasta hemos logrado consenso con la situación en Vieques.
Lo que todavía no se muestra como motivo de protesta son las cosas
que quizás a veces pueden estar a simple vista y dentro de lo que a falta de
mejor denominación llamamos "cultura puertorriqueña". Nosotros protestamos, huelgueamos, pero eso no es sólo en Puerto Rico. Eso es en prácticamente todo el mundo aunque a veces los noticiarios locales no nos dejen ver más allá. Aunque lo que pase en Israel o en China o en Argentina de momento no nos parezca como relevante, tenemos que abrir los ojos y entender que todos los procesos sociales y económicos alrededor del mundo nos afectan de una manera u otra. No podemos seguir haciendo que todo sea lo local, cuando vivimos en un mundo plagado de problemas que hacen cuestionarnos si de verdad se respetan los derechos humanos.
Afortunadamente, Vieques a logrado esto: se ha pasado de un plano simplificado de cuestiones político-partidistas a una solidaridad internacional a nivel de derechos humanos. En el mundo que llaman globalizado, la clave del éxito, por lo menos a nivel humanitario, es el poder caminar sobre la cuerda floja del hacer valer las culturas locales, mientras por encima de todo eso reconocemos que somos humanos todos.
En la próxima volveré a mis anécdotas urbanas.
Susanna Esther Solares
tiene un bachillerato en Sicología e Historia fel Arte. Sus intereses
son la música y la política, no para practicarlos activamente,
pero para comentarlos desde su apartamento en Nueva York.
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